30 marzo 2014

Sienta usted alegría tres veces al día.

"Ya está bien
de dejar para otro momento lo bueno
seguro que esta vez
será la ocasión perfecta"

(Los Aslándticos, Lo bueno)

Bien es sabido que la energía ni se crea ni se destruye, sólo se transforma. Pues bien, Los seres humanos somos una fuente de energía aunque no nos demos cuenta. Que, por desgracia, utilizamos muchas veces en nuestra contra en vez de usarla a nuestro favor. En estos tiempos, vivimos rodeados de malas noticias, rutinas, gente insufrible, jefes, informes que no salen como tienen que salir, tráfico, metros que se retrasan... En fin, cosas que hacen que termines el día hecho pizcos. 

Queramos o no, acaba llegando un momento en el que nuestra energía es muy negra. Puede más el cansancio mental que el físico y la capacidad del pensamiento se ve interferida. No trabajamos ni reaccionamos igual, incluso podremos ver que las cosas no nos salen a derechas. El ánimo es más hostil, apático... y, se termina por pagarlo con quien menos lo merece.

Está claro que, a veces, por muchos planes que te empeñes en hacer, la vida siempre tiene otros con los que no contabas. Al fin y al cabo, no es más que un compendio de circunstancias que incluyen un mayor o menor grado de satisfacción. Para el caso, lo que siempre queda es tu actitud. Podemos venirnos abajo, o podemos seguir luchando. En mi opinión, quedarse sin hacer nada es un proceso de retroalimentación innecesario. 

Tampoco voy a decir nada nuevo, pero si los médicos pudieran recomendarnos algo sería algo así como:  "Sienta usted alegría tres veces al día" ¡Magia! ¡Transformar lo negativo en positivo es posible!. (Esto ha sonado a marketing puro y duro) A nadie le viene mal sacar tres ratitos al día para hacer alguna actividad que le apetezca. Si le echamos imaginación la lista de posibilidades no se acaba nunca. Nadie mejor que tu sabe lo que le apetece más en ese momento. Podemos comprar un pastel y comérnoslo tranquilamente, salir de cañas con los amigos y sentarnos en una terracita después de una larga jornada de trabajo, llamar a algún amigo o amiga del que hace tiempo que no sabes nada, leer un buen libro, salir a pasear... Y, además, si lo que nos ebulle del alma es una indescifrable rabia... esa transformación podría realizarse dando un largo paseo, o calzándote con las zapatillas de correr y salir a la calle con el propósito de superarte a ti mismo/a. Gastar toda esa energía negativa en algo que nos venga bien. Debido al ejercicio, nuestro celebro segrega una sustancia así parecida a algo como la felicidad. Pero este tema lo dejo para otro día.

Lo que quiero decir, que al dedicarnos unos espacios de tiempo al día, nuestro celebro desconecta.. Si la actividad resulta agradable, será más complicado acumular energías negativas y nos sentiremos incluso mejores con nosotros mismos. Así como con todo el resto de cosas. Porque la vida es demasiado corta para vivir con el ceño fruncido.

¡Nos vemos pronto!


(Esta carcasa me la compré en Ebay. El teléfono es un samsumg Galaxy SIII mini. No sé si habrá para otros modelos. El precio no fue nada caro y no me cobraron gastos de envío. Me encanta el mensaje que tiene. Nunca viene mal tener una frase positiva a mano para echarle un vistazo en los momentos de bajón.)

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