03 mayo 2014

DIY: Do it yourself

"Una vez quise ser alguien
y acabé siendo yo misma"
(Gloria Bendita, Mario Díaz)

La verdad, es que para los viejos prematuros como yo... estas movidas de: "outfits", "DIY" etc, son un mundo aparte. Esta falta de apetito por las motivaciones adolescentes, no sé a que viene. Ayer justo leí un artículo que decía que, a partir de los 24 años, comienza el deterioro cognitivo. Será que el mío ha empezado con las neuronas más potentes. Aunque a veces lo pienso y digo: "mejor" y otras, como, a todos, nos dan ganas de volver atrás y disfrutar de aquello que dejamos pasar en su momento. Porque, cuando nos hacemos mayores, olvidamos que un día fuimos adolescentes. Pero bueno, ¡Eso es igual! El caso es que adolescentes, adultos, niños, mayores... todos somos una fuente de sabiduría. Hay quienes piensan que los abuelos son viejos chochos que no saben más que contar batallitas de la guerra, de la transición, de la dictadura... Pero, entre chisme y chisme nos cuentan otras cosas que debemos escuchar. Las  mejores croquetas, por ejemplo, son las de mi abuela (¡Y punto!) Pero también sé que algún día de estos, llegaré a ser abuela, y no me gustaría que mis nietos dijeran: "Mi abuela fríe las croquetas del Mercadona como nadie" No, porque la esencia, el secreto está en la masa... (¿De qué me sonará eso?) Así ocurre también con el resto de gente. Aunque sea un mocoso de cinco años. Esos... de esos se pueden aprender grandes lecciones. En fin, vivimos rodeados de gente y nunca está de más poner la oreja y escuchar un poquitillo al de al lado. Estarás echándole un cable a alguien (sentirse escuchado es uno muy gordo) y, además, te estarás llevando de regalo una bonita lección.

Y todo este apunte filosófico viene porque hace poco descubrí el significado de las siglas DIY, en inglés, Do It Yourself... o lo que es igual "Hazlo tú mismo". Ya no es solo comentar la tan comentadísima y habladísima situación económica por la que estamos pasando en la que no hay duros ni para el pan... Sino el hecho de que, nos hemos acomodado tanto a dejar que otros nos hagan las cosas que, no nos damos cuenta del disfrute que tiene aprender a hacer algo por nosotros mismos. Así como contemplar el proceso de no saber, a hacerlo medianamente bien. Hay una frase que siempre me ronda la cabeza, sobre todo en los momentos en los que menos me apetece hacer nada. Dice así: "O te mueves, o caducas" Y creo que lleva toda la razón del mundo mundial. Cuantas menos cosas hacemos, menos ganas tenemos de hacer más cosas. Por eso siempre es mejor menearse del sofá y darle briega a algo.

¡Dios mío! Hoy estoy expresamente pesada... 

Bueno, que dejo ya de dar la chapa. El caso es que estoy "picada" a esos vídeos de pijas tan famosos. Esos en los que se tiran media hora hablando con  una voz insoportable y que tienen comentarios del tipo: "Esta es la puerta de mi habitación" jejejejeje Y, como he dicho antes, de cualquier persona podemos hacer cosas, solo basta escuchar una mijilla. Pues bien, en mis ratos libres de pensamiento... se me ocurrió la genial idea de pensar que tengo una máquina de coser a la que le podría dar algún tipo de utilidad. También descubrí que en el tema de la costura, los hilos y las tijeras no estaba muy puesta... pero también pensé que en Internet podemos encontrar casi de todo. Así que me puse a buscar y encontré un vídeo bastante interesante de como hacer una sencilla falda circular... Muy "sencillita", a la moda y bonita. En términos de toda la vida: Buena, Bonita y Barata.


Me puse manos a la obra, despacito y con buenas puntadas... aprovechando un trozo de tela que tenía guardado de dios sabe qué y este es el resultado.


¡Vale! No es perfecta lo que se dice perfecta. De echo debería hacerle algunos cuantos arreglos. Pero es la primera falda que he hecho, la que guardaré con mucho mimo y encanto y después le enseñaré a mis hijos y mis nietos y diré: "La primera falda que hice" Espero que no la única. Esto de fabricarte tu propia ropa a veces puede ser un hervidero de cabeza. Pero la verdad es que es divertido. Después de todo este discurso senil, al que haya llegado a estas líneas, se lo recomiendo. Se pueden encontrar vídeos hasta de cómo ponerle una pinza al gato en la cola sin que se de cuenta...

Ya lo dejo, ....

¡Nos vemos!

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