12 junio 2015

Historia de ciencia fricción

¿Quién es capaz
de describir un polvo
con la palabra emocionante?
A esos no les han follado nunca bien.

Pero después de ti
-si es que te vas-
todo lo demás se reducirá
existencialmente a eso.

Y que triste es pensar
que no habrá más polvos de esos
que te dejan con las patitas temblando.

Dicen que hay personas
que te lo arrebatan todo
y tu me has arrebatado
hasta el último orgasmo.

Si cada dos por tres
estoy ahogándome en tu semen
y tu glande me obstruye la garganta
y tus fluidos me resbalan
por la comisura de los labios.

Tengo ganas de escupirle, en serio.
Porque ese capullo hace tal honor
a su nombre, que en la real academia
están pensando acompañar
el significado
con una foto suya.

Escupirle y después
comerte la boca.
Y resucitar el muerto a lametazos.
Con una arcada hasta el final
Y fijar mis ojos en tu cara de clemencia.

No tengo sed de ti.
Para que te hagas una idea,
es una venganza,
una venganza ipso iure.

Te voy a follar
de tal manera
que haré que nuestros sexos
se repelan.

Por el pleno derecho
que me concede
este manantial que has formado
entre mis piernas.

Por las horas que perdí
recreándote con mis dedos
sin tus manos arañándome la espalda.
Por lo que salió de mi,
por lo que lubriqué por ti
mientras fingías estar en otra parte.

Porque el sexo sin ti
es sólo sexo.
A secas.
Y a mi me gusta el de piernas mojadas.
La revolución
de la sangre
que llena cada palmo de mi cuerpo
de una lujuria insospechada.

Me gusta
cuando a los colmillos
les precede el abuso de la carne.
Cuando la furia mutila
el sentido común.

Cuando, la verdad
es que acabamos de resoplar a la vez
la vie en rose.

And all I just wanna make
love to you.

Puede parecer
que el instinto
nos haya calado los deseos.
Sin embargo, no va más allá.
Y es que todo esto no es más
que una novela
de ciencia fricción.

Miss Heartless 2200

2 comentarios:

Agen Ace Maxs Terpercaya dijo...

Recuerde que si usted tiende a culpar a las circunstancias, condiciones y demás usted perderá el control sobre sí mismo.

Anónimo dijo...

De donde es ese texto?