19 enero 2016

Seré la ley que subordina al reglamento.

Ve abriendo el expediente.

Voy a cometer una infracción.
Contra tus códigos morales.
Pero es que tu mente es tan subversiva...
que cometería la negligencia
de quererte
una y otra vez.

Y adentrarme como una chiquilla
en esa facultad disciplinaria
que te viste.

Hacerte llegar tarde al cine,
cantar copla en la cocina,
reírme porque sí,
pensar lo que sabes que estoy pensando
y no te digo...

Colarme en tu consciencia
y desplantar
tus demonios.
Seré la ley que subordina al reglamento.

Entraré con los tacones puestos,
los labios pintados de rojo
y el pelo suelto.

Disipando a cada paso la bruma
que se hace de esperar.

Contoneándome,
reiterándome,
deshaciéndote...

Ya lo sabes...
El pecado no se hizo
para morder una estúpida manzana.

Quiero me quieras sin trámites,
en desmedidas ocasiones
y a deshoras.

Haz el favor: no te demores.

O tendré que ponerte penitencia.
A pagar: cien millones de besos.
Puedes empezar cuando quieras
pero te sugiero
que sea lo antes posible.

No vaya a ser
que me entre la prisa
y te los tenga que robar.

Miss Heartless 2200

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