Dormir como un bebé es llorar hasta quedarse frito.
Después masturbarse hasta perder la noción del tiempo y del espacio.
Y es que últimamente los días están vacíos.
No hay motivación, no hay nada.
Vuelvo a los libros de la universidad,
fumo, hasta dejarme los pulmones.
Y no es porque estés o dejes de estar
o nunca hayas aparecido.
No es por la desapetencia, ni la apatía
es porque ya no puedo más.
Es porque sólo, tan sólo
estoy pidiendo a gritos que me quieran.
Aunque me siento estúpida en este agujero.
Tan escondido, tan incierto, tan oscuro.
Así ¿Cómo vamos a encontrarnos?
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