15 agosto 2016

Preludio de una mamada

Todo el mundo subiendo al Facebook fotos de la playa y yo aquí, con el portátil y los apuntes desperdigados sobre la mesa, cachonda perdida, recibiendo tus mensajes. Muriendo de ganas por volver a tocar el mar. Y meterme hasta dentro, profundo, sin pensar en nada, tan solo sintiendo cómo las olas azotan mi cuerpo y me traen de nuevo a la calma. Luego me sentaré en la orilla, viendo como anochece, creyendo imposible que al otro lado existan otras vidas, otras gentes. Emborrizándome en la arena para que vengas a decirme: "Así de sucia no te subes en el coche" Y así, tan sucia, te miraré con cara de buena y con boca de mala. Afilando los colmillos para clavártelos después debajo de la barbilla. Y hacerte un disfraz de saliva a tu medida...  Ya sabes que quiero ser, ligeramente, el centro de atención. Pero no lo pillas, tronco, no, no lo pillas...

Pero es que el verano se está acabando.

Y sé que te mueres de ganas de hincarme los dientes. Pero ahora mismo tienes que cumplir con tus funciones de padre responsable en vez de dejar que una jovencita desbocada te parta la polla.

Y yo tengo que seguir tratando de entender cómo cojones voy a sacar adelante todas estas asignaturas...

Pero bueno, nos vemos dentro de un rato...

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