21 abril 2014

Resiliencia

Cada vez que me voy de vacaciones y después vuelvo, me da por pensar. Cuando piso mi tierra mora y sultana, me vuelvo con un nuevo aprendizaje. Siempre está ella para recibirme con los brazos abiertos, cervecita (fresquita) al sol y uno de los mejores regalos que se pueden dar en la vida. 
Escuchar sabios consejos de boca de tus amigos lo es. Personas de alma cristalina. Palabras precisas (y sin palabras) Después trato de poner todo eso en práctica cuando vuelvo a Madrid. Y, por supuesto, aquí también aprendo.

Esto de lo que quiero hablar hoy, se llama resiliencia. (Intenta pronunciar la palabrita con un par de cervezas de más y serás mi héroe) Y me ha parecido interesante. La verdad es que los seres humanos venimos con tantos "extras" que muchas veces se nos olvidan para que sirven todas estas cosas...

Seguramente, hay quien sepa de lo que hablo, solo que nunca se había percatado de que tiene nombre técnico. (Que está de moda) Y, por si os preguntan y no conocéis el percal... aquí está. ¡Tua sunt omnia!


(lo que me encanta este pajarraco)

Resiliencia ( del verbo resilio, resilire: "saltar hacia atrás, rebotar") es, en psicología, la capacidad que tiene una persona o grupo de sobreponerse al dolor emocional, volver al estado natural después de una situación crítica. Como bien dice esa frase atribuida a Nietzche: "Lo que no mata, te hace más fuerte" Actualmente, se aborda desde la psicología positiva, la cual se centra en las capacidades y fortalezas (valores y atributos) del individuo y no al contrario como se hacía anteriormente. Desde la Neurociencia se considera que las personas más recilientes tienen mayor equilibrio emocional, lo cual les permite mayor control ante situaciones difíciles y mayor capacidad para afrontar los retos.

Se podría decir que la Resiliencia es, la entereza más allá de la resistencia. La capacidad de rehacerse como el ave fénix. De sobreponerse. Aproximadamente se corresponde con el término denominado como "entereza" (Fortaleza, firmeza, constancia de ánimo) 

Según la teoría, esta sería la capacidad que tiene un individuo a la hora de tomar decisiones bajo presión.
Queda decir, que una persona resiliente no es una persona ausente de dolor y de malestar. En absoluto, (Aun no somos robots) hechos como la pérdida de un ser querido, el trabajo, problemas financieros... son de gran impacto emocional. Producen inseguridades, miedos, dolor... sin embargo, el resiliente es capaz de sobreponerse a ello, de volver al estado natural.

Aunque no es absoluta la relación resiliencia = inteligencia, se piensa que a mayor actividad cognitiva y mayor capacidad intelectual, esta es mucho mayor. Es decir, aquel que tiene más conocimientos y capacidad  intelectual, será capaz de procesar y elaborar con mayor éxito los traumas. Pero, como ya he dicho, la relación no es absoluta, es sólo un teorema. El "ser o no ser" se puede aprender y desarrollar, está claro. A base de modificar la conducta y la forma de pensar. Bien se sabe que los pensamientos y las percepciones son, la gran parte de la manera en la que afrontamos nuestra manera de vivir. Lo que nos permite tener pensamientos más o menos erróneos e interpretar la realidad de un modo más o menos exacto.

Según algunos estudios, las características atribuidas a las personas resilientes serían las siguientes:
  • Saben aceptar la realidad tal y como es
  • Tienen una profunda creencia en el sentido de la vida.
  • Inquebrantable capacidad para mejorar.
  • Son capaces de identificar la causa de los problemas de tal manera que no vuelvan a aparecer en un futuro.
  • Son capaces de controlar sus emociones, pueden permanecer centrados en situaciones de crisis.
  • Saben controlar sus impulsos y conducta en situaciones de alta presión.
  • Su optimismo es realista. Es decir, piensan en las cosas que pueden ir bien. Ven el futuro de forma positiva y piensan que pueden controlar el curso de sus vidas, pero sin dejarse llevar por flores y margaritas de colores... ni pajaritos en el aire.
  • Son empáticos. (Empatía: capacidad para captar y entender las emociones de los demás y conectar con ellas)
  • Buscan nuevas oportunidades, retos y relaciones para lograr mayor éxito y satisfacción en sus vidas.

Y muchos os preguntaréis. Pero ¿Es posible volverse resiliente? Hombre, pues si, a base de trabajo.... como todo en esta vida. Que ya ni siquiera nos dan el aire gratis... Y, como ahora está de moda eso de los consejos vitales (que tan poquito me gusta dar... jejejejeje) He buscado y encontrado en internet unos cuantos consejos para volverse un Resiliente chachi guay del paraguay. ¡Allá vamos!


  • Cultiva las relaciones: Es decir, cuida de los tuyos y hazte cuidar. De tus padres, tus amigos... tus ex (si, los ex al fin y al cabo son para toda la vida) tus abuelos, tíos hermanos, la vecina del quinto que solo toca la flauta a la hora de la siesta... en fin. Tu gente. Que son quienes te van a aguantar y soportar en los momentos difíciles.
  • Usa un pensamiento constructivo: Es decir: nada de pajaritos en el aire, ni ahogarse en un vaso de agua. SÉ REALISTA.
  • Desarrolla metas y objetivos: Establece metas realistas que te ayuden a llegar a tu "piquito de la montaña" Aunque sean pasitos más pequeños algunos que otros. Pero, al fin y al cabo, te están acercando a lo que quieres ser ¿no? Mejor dar un paso chiquito en una buena dirección que un mal paso en dirección incorrecta.
  • Acepta la realidad: (pero la verdad de la buena) Si no aceptamos la realidad tal y como es, no podremos alcanzar nuestro objetivo. Que nuestro objetivo se vea interpuesto por millones de obstáculos no significa que debamos abordar, si no buscar otra estrategia.
  • Actúa: No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy. En tu casa no van a venir a buscarte. ¡Sal y busca la vida que quieres! Lucha por ella
  • Confía en ti mismo/a: Si no lo haces tu, nadie lo va a hacer por ti. No sabes lo que puedes hacer hasta que no lo intentas. (Como esa frase que tanto me gusta y me encanta y no me canso de repetir: "Si luchas puedes perder, si no luchas estás perdido)
  • Sé optimista sin dejar de ser realista:
  • Aprende a crecer con tus problemas: Como ya he dicho muchas veces, aunque la vida se empeñe en tener para ti otros planes, lo que realmente vale es la actitud que te tomes para afrontar las cosas. Está claro que nadie quiere tener problemas y que sin ellos todo sería más maravilloso. Pero ya que no se puede ¿Por qué amargarse? Lo mejor es buscarle a todo un lado positivo. Los problemas nos hacen madurar, ver las cosas de otro punto de vista más o menos flexible... nos cambian a veces nuestra manera de movernos por la vida... De nosotros depende si los golpes nos hacen ser unos resentidos o nos hacen aprender. A veces los momentos de "crisis" sirven para ver qué personas son nuestros amigos de verdad y cuales son solamente paja y hay que quitarse de encima (o se van cuando más los necesitas) Tampoco hay que morirse por ello. Si una persona no quiere estar en tu vida, mejor que no esté. Porque no va a hacer otra cosa más que molestar...
  • Ten sentido del humor y ¡úsalo!  Pudiendo reír ¿Por qué llorar?
¡Nos vemos!



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