Y, a decir verdad, has conseguido dejarme patidifusa. Extraña, desconcertada, emocionada y con mil preguntas a las que no logro dar respuesta...
Te casas...
Fui la primera y última persona en saberlo. Todo ocurrió tal cual lo habías planeado. Pero dijiste haber cambiado de opinión -y no te creí- pero tampoco pregunté más sobre el tema. Luego surgieron los acontecimientos, los cuales no encajé hasta esta tarde. Cuando, en la pantalla del móvil brillaban tres palabras. "Mañana me caso" Escribiste. "Será mentira" - pensé - "o a caso está loco" Luego un aluvión de sensaciones recorrió mi cuerpo. Ahora sé que se puede sentir alegría e incertidumbre a la vez, en un mismo momento y en desproporcionadas cantidades. Tanto, que casi me petan las neuronas.
¿Cómo has sido capaz de no decirme nada en todo este tiempo? Bueno, tampoco era tan complicado.
¿Sabes una cosa? El año pasado, pero un día antes, también se casaron dos amigos a los que tengo mucho aprecio. Fue una boda fuera de lo común, espectacular. La primera boda de todos mis amigos. Y por ende, no la última. Quizá sea causalidad. Un año más tarde, en el tercer fin de semana de Julio, te casas tu. Y serás el hombre más guapo y más radiante de toda la faz de la tierra. Y ella la mujer más guapa y feliz que ha visto el mundo. Seréis un uno, un todo. Será el día más importante de vuestras vidas y es por eso, que espero que lo disfrutéis desde el primer segundo hasta el último y cada uno de los días de vuestra vida.
Hoy sólo puedo hablar de ti, de tan poco que conozco, de lo mucho que desconozco. A ciencia cierta eres la regla que confirma que la realidad supera siempre la ficción. Debe ser cierto eso de que, cuando dos personas tienen que formar parte de la vida el uno del otro, la formarán, incluso de la manera más surrealista del mundo. E aquí la paradoja. ¿Cómo iba a saber que intentar dejar de fumar iba a traerte a mi vida? - o yo a la tuya - Pedir un cigarro y entablar una conversación, una noche de octubre, cuando el frío empezaba a calar los huesos, en un banco de la calle Goya de Madrid, mientras esperaba que el padre de una niña viniese a recogerla. A veces, te pasas días y horas intentando encontrar las palabras adecuadas y, de repente, en el momento menos esperado, dices lo que tienes que decir, para que se junten los planetas y se abra la puerta mágica. Ella me contó tu historia, a su manera, después de que yo te describiera con pelos y señales sin saber de tu existencia. Así son las cosas. Meses más tarde, cansada de escuchar tu nombre por aquí y por allá, ella me dijo que aun guardaba tu número de teléfono en un diario y, como no tenía teléfono para hablar contigo, le dejé el mío pensando que querías saber que estaba bien. Que todo había salido tal cual estaba previsto... o no ¡vete tu a saber! A veces hay cosas que se nos escapan de las manos...
El caso es que no sé por qué seguimos hablando. Después de que descubrieras, incluso, la parte más oscura de mis pensamientos... o más bien de mis actos. Esa parte irracional, animal, salvaje, poco astuta, esa parte cerda, cochina, cobarde con cara de valiente... Podrías haber dejado de hablarme, podrías no haberlo hecho nunca y, sin embargo, ahí sigues. Pero lo peor, es que te has convertido en un AMIGO de verdad, aunque no de carne y hueso. Pero no hay día que pase, en que no me acuerde de ti, en que no te de las GRACIAS POR EXISTIR y que no me cansaré de darlas porque, a decir verdad, eres grande. Eres muy grande, por dentro y por fuera. Sabes dar consejos, sabes hacer reír y, sobre todo, sabes decir la verdad cuando hay que decirla.
En fin... que ¡¡¡MAÑANA TE CASAS!!!
Y va a ser el mejor día de tu vida, bueno, uno de tantos. Y, aunque no esté viendo la cara que pones cuando veas entrar a tu mujer por la puerta para poder reírme después (por favor, que alguien te haga una foto y me la mande jajajaja) espero que sea el primer día del resto de algo importante. Lleno de alegrías, de prosperidad, de buenas historias. Lleno de fuerza, de retos, de buenos sentimientos. Una etapa nueva, o una etapa más, o un trámite... lo que quieras pensar que es. Estoy segura de que todo va a ir bien. Y de que vais a ser muy felices.
Después de toda esta parrafada sin sentido, de tantas cosas que quiero decirte y se me quedan apelotonadas... espero que lo entiendas, lo único que puedo decirte y desearte es: QUE LA MAGIA OS ACOMPAÑE.
y que seáis muy pero que muy felices.
Miss Heartless 2200
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