hoy mis apuntes
son un río de típex.
Ojalá pudiese hacer lo mismo
con ciertos aspectos de mi vida
Pero, al fin y al cabo
-aunque no sea tan feo como un borrón-
lo escrito sigue estando ahí debajo.
Y el folio ya no va a ser igual.
No pinta igual cualquier bolígrafo,
la tinta del rotulador no fija de la misma manera.
Una segunda capa, puede deshacerse
y la nariz se lleva el fuerte olor
de otro fracaso.
Pero de eso estamos todos llenos.
De fracasos, meteduras de pata,
de malos intentos
y de rompernos la cabeza
cambiando la estrategia
para que salga el plan.
Pero poner típex
también es tener la sensación
de que una y otra vez
sigues en el mismo punto.
Exactamente el mismo
en el que estabas perdido al principio.
Mejor deshacer un paso,
siete, u ochocientos
que correr un kilómetro
por huir de un desperfecto.
... o tirar el folio a la basura.
Al menos sabes qué hiciste mal
y que esa forma de actuar no es la correcta.
Y la vida igual
está llena de oportunidades.
Aunque a veces se ande hacia atrás.
Sólo hay que saber arriesgarse.
Y no rendirse.
Jamás.
Miss Heartless 2200
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